Días cálidos (sofocantes, diría) , cuerpo cansado y un fresco viento que viene de alguna parte para llevárselo todo. Me encuentro aquí, frente al monitor,escribiendo para nadie. Bueno, para mi.
No pude esperar a enero, necesitaba escribir algo, una pregunta que sale muy desde lo profundo de mi ser y no me deja dormir: ¿¡COMO CARAJO LLEGAMOS TAN RÁPIDO A DICIEMBRE!?
No se, pero es de esperarse que haga el clásico balance de fin de año.
Los propósitos de año nuevo ya fueron: Que pase lo que tenga que pasar. A veces se logra mas cuando se pretende menos.
Mientras pienso en estos doce meses y reviso mi agenda para recordarlo mejor, disfruto estos días de felices vacaciones intentando aprender a cocinar, a meditar guiada por literatura barata y a sobrevivir, como siempre lo he hecho.
Para darles otro pantallazo de mi vida actual; mis dolores estomacales siguen un poco mejor, aprobé mis materias y estoy oficialmente entre segundo y tercer año de mi carrera universitaria. Estoy bien al pedo hasta febrero, busco trabajos y no consigo ninguno, es muy probable que vaya de vacaciones con amigas a la playa y estoy siendo victima de una perra maldita: la distancia. ¡Si! Burlense, no me quejo. La chica que no creia en las relaciones a distancia, ahora tiene una. Yupi.
Igual, estamos bien, no puedo quejarme. Demasiado bien para estar lejos.
I ♥ FISH
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