Estoy enferma, con tecitos de manzanilla metida en cama. Temía que esto pasara. El día del trabajador en cama y con fiebre, lo que es
directamente proporcional a tener mucho en que pensar, y cuando digo mucho, me
refiero a vos. La cereza del postre es que me encuentro encerrada en estas
cuatro paredes en las que pasamos casi todos los momentos juntos y a mi vieja
no se le ocurrió mejor idea que poner lentos en el dvd como para que yo tenga
un fondo musical acorde a mi estado depresivo. Esta es la primera vez que deseo
que Arjona se calle la boca.
Me miro al espejo de cerca y clavo la vista en mis ojos.
Ahí viene. Flashback:
-Tenes los ojos marrones. No me había dado cuenta. A ver,
mírame.
Abro los ojos y dejo que los examine.
-Que bonitos ojos que tenes.
Me sonrojo. Nunca nadie me había dicho que tenia los ojos
bonitos.
Basta, dejo eso atrás y miro al techo. Ahí están las
estrellas. Me acuerdo de tu sonrisa el primer día que viniste a mi casa y
apague la luz. Las viste brillar y yo solo miraba tu expresión, como si esas
pequeñas cosas te hicieran feliz.
Entonces, pienso la grandeza de la memoria…Que uno solo
se da cuenta de la buena memoria que tiene cuando le toca olvidar a la persona
que mas amó.
Me tomo otro analgésico y me duermo. Tal vez te sueñe de
nuevo.
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