A veces me siento como el pastorcito del cuento. Ese que mentía para hacer bromas y al final nadie le creía cuando los lobos de verdad
le morfaron las ovejas. Bueno, yo no mentí para hacer bromas, mentí porque de
verdad pensé que algunas cosas iban a pasar y no pasaron ni mierda. Hablo de mi
dieta.
Ya nadie me cree que voy a empezar una dieta! Ni yo me lo
creo y eso ya es jodido. Y no lo hago por estar flaca, la verdad es que eso cada
vez me importa menos, si no porque por problemas de salud y TENGO QUE hacerlo.
No se, me enferma que se viene el invierno y me dan ganas de comer chocolate y
hacer fiaca todo el día.
Ni ahí con salir a correr para cagarme de frío y comer
ensaladas.
Cuando estuve enferma me alimente de modo anoréxico. No
tenia hambre! (ese fue el primer síntoma por el que supe que estaba enferma)
pase dos días sin comer pesado y me sentía genial, hasta que con la mejora
volvió el temible hambre y este fin de semana me morfe todo lo que no pude
antes. Que hija de mil. ¿Por qué es tan rica la comida chatarra? ¿Y los dulces?
¿Y por que tengo que hacer esta dieta de mierda con esta edad en la que se
supone que puedo comer de todo? ¿Qué queda para cuando tenga 50? En fin: ¿Por
qué tengo gastritis?
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